Murió el actor Patrick Swayze, tras luchar contra un cáncer de páncreas
El recordado protagonista de “Dirty Dancing” y “Ghost” falleció hoy a los 57 años.
Los Ángeles, EE.UU. (AP).- Patrick Swayze, el actor que conquistó al mundo bailando en “Dirty Dancing” y luego rompió corazones con “Ghost”, murió el lunes tras una batalla con un cáncer de páncreas. Tenía 57 años.
La publicista del actor, Annett Wolf, informó que Swayze falleció acompañado de su familia. A principios del año pasado dio a conocer su enfermedad, pero siguió trabajando mientras recibía tratamiento.
Swayze alcanzó el estrellato en 1987 con su actuación en “Dirty Dancing”, que relata el acercamiento mediante el baile de una pareja de jóvenes de diferentes estratos sociales.
La película “Ghost” consolidó en 1990 su condición de astro favorito de la pantalla grande. Swayze interpretó al fantasma de un hombre asesinado que busca comunicarse con su prometida (Demi Moore) mediante una espiritista (Whoopi Goldberg).
El actor continuó laborando incluso después de que se reveló en marzo del 2008 que tenía una forma particularmente mortal de cáncer. Estelarizó “The Beast”, una serie de la televisora A&E, y dijo que junto con su esposa trabajaba en unas memorias.
Los seguidores de Swayze se entristecieron al conocer en el 2008 la enfermedad del actor. Algunos reportes le dieron apenas semanas de vida, pero su médico dijo que la situación era “considerablemente más optimista”.
El propio Swayze declaró a la revista “People” en mayo del 2008 que estaba respondiendo bien al tratamiento, y poco después A&E anunció que el actor comenzaría a grabar una nueva serie dramática, “The Beast”, en el verano. Swayze ya había hecho el piloto del programa antes de diagnosticársele la enfermedad.
SU CARRERA COMO ACTOR
Postulado en tres ocasiones al Globo de Oro, Swayze se convirtió en estrella como el malentendido chico malo Johnny Castle en “Dirty Dancing”. Hijo de una coreógrafa que comenzó su carrera en el teatro musical, parecía haber nacido para interpretar dicho papel.
La cinta romántica, protagonizada por Jennifer Grey como una jovencita idealista de vacaciones con su familia y Swayze como el sexy (y mucho mayor) instructor de danza del centro vacacional en las montañas Catskill de Nueva York, aprovechó al máximo tanto su gracia para la danza como su figura atlética.
La película fue un fenómeno internacional en el verano de 1987, con álbumes, una canción ganadora del Oscar -”(I’ve Had) the Time of My Life”-, producciones teatrales y una segunda parte protagonizada en el 2004 por el mexicano Diego Luna, “Dirty Dancing: Havana Nights”, en la que Swayze tuvo una participación especial.
Además, Swayze cantó y coescribió una de las canciones de la banda sonora, la balada “She’s Like the Wind”, inspirado en su esposa.
Y la película le dio la oportunidad de pronunciar la hoy célebre frase “Nadie pone a Baby en una esquina” y reírse de sí mismo en un episodio de “Saturday Night Live” en el que interpretó a un aspirante a bailarín erótico del club Chippendales con el corpulento Chris Farley.
Un gran éxito de masas, el filme recibió opiniones mixtas sólo de la crítica, aunque Vincent Canby escribió en el New York Times: “Dadas las limitaciones de su papel, de un pobre pero bien parecido objeto sexual abusado por las mujeres ricas en el Kellerman’s Mountain House, el Sr. Swayze también es bueno… Está en su mejor momento – al igual que la cinta – cuando baila”.
A esa actuación siguió la película de acción de 1989 “Road House”, en la que interpretó al gorila de un ruidoso bar. Pero fue su trabajo en “Ghost” donde mostró su lado vulnerable y sensible.
Swayze encarnó a un hombre asesinado que intenta comunicarse con su prometida – con gran frustración y añoranza – a través de la psíquica.
Swayze dijo entonces que luchó por el papel de Sam Wheat (el director Jerry Zucker quería a Kevin Kline) pero que una vez que llegó a una audición y leyó seis escenas lo obtuvo.
¿Por qué quería tanto conseguirlo? “Me hizo llorar cuatro o cinco veces”, dijo a la AP sobre el guión de Bruce Joel Rubin, ganador de un Oscar.
“Ghost” proporcionó otro momento musical indeleble: aquel en el que Swayze y Moore aparecen moldeando cerámica juntos sensualmente al ritmo de “Unchained Melody” de los Righteous Brothers. También le dio un Oscar a la mejor actriz de reparto a Goldberg, quien dijo que no lo habría logrado si no fuera por Swayze.
“Cuando gané el Premio de la Academia, la única persona a la que realmente agradecí fue a Patrick”, dijo Goldberg el 6 de marzo del 2008 en el programa de ABC “The View”.
El mismo Swayze fue postulado en tres ocasiones al Globo de Oro por “Dirty Dancing”, “Ghost” y la cinta de 1995 “A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar”, que le permitió seguir jugando con su imagen masculina: el papel exigía que se vistiera de travesti durante un viaje de carretera con Wesley Snipes y John Leguizamo. Su imagen de rompecorazones casi evita que le den el papel de Vida Boheme.
“No podían verme en él porque todos me veían como un gran macho heterosexual”, dijo entonces a la AP. Pero se transformó al punto que cuando le enviaron una prueba de cámara con Steven Spielberg, cuya empresa Amblin produjo “To Wong Foo”, el cineasta ni siquiera lo reconoció.
Entre sus primeros filmes, Swayze fue parte de un reparto estelar en la cinta de Francis Ford Coppola “The Outsiders” (1983), una adaptación de la novela homónima de S.E. Hinton, con Rob Lowe, Tom Cruise, Matt Dillon, Ralph Macchio, Emilio Estévez y Diane Lane. Swayze hizo de Darrel “Dary” Curtis, el mayor de tres hermanos caprichosos y esencialmente la figura paternal de una familia pobre en un pequeño pueblo de Oklahoma.
En los 80 también actuó en “Red Dawn”, “Grandview U.S.A.” (para la cual también creó una coreografía) y “Youngblood”, una vez más con Lowe, como compañeros de un equipo canadiense de hockey.
En los 90 trabajó en filmes eclécticos como “Point Break” (1991), en la que hizo de líder de una banda de surfistas asaltabancos, y en el western “Tall Tale” (1995) donde interpretó a Pecos Bill. En 1991 apareció en la portada de la revista People como el “Hombre vivo más sexy”, pero su carrera decayó hacia finales de la década de 1990, cuando también buscó ayuda por abuso de alcohol.
En el 2001 apareció en la favorita de culto “Donnie Darko” y en el 2003 volvió a las tablas de Nueva York en la producción “Chicago”. En el 2006 trabajó en el musical “Guys and Dolls” en el circuito teatral de Londres.
SU VIDA EN HOUSTON
Swayze nació el 18 de agosto de 1952 en Houston, hijo de Jesse Swayze y la coreógrafa Patsy Swayze, cuyas películas incluyen “Urban Cowboy”.
Jugó al fútbol estadounidense pero también se sintió atraído por la danza y el teatro, actuando con los Ballets de Feld, Joffrey y Harkness y apareciendo en Broadway como Danny Zuko en “Grease” (Vaselina). Apeló a la actuación en 1978 tras sufrir una serie de lesiones.
Un par de años después de mudarse a Los Angeles debutó en la cinta “Skatetown, U.S.A.” junto a Scott Baio, Flip Wilson, Maureen McCormack y Billy Barty.
A últimas fechas, Swayze tenía un par de películas en producción, incluyendo el drama “Powder Blue” con Jessica Biel, Forest Whitaker y su hermano menor, Don, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 2008. En televisión, hizo de un agente del FBI en el piloto de A&E “The Beast”, episodio que grabó en diciembre.
Fuera de la pantalla, fue un ferviente conservacionista conmovido por el tiempo que pasó en Africa para arrojar luz sobre “la codicia y absoluta indisposición del hombre para funcionar acorde a las leyes de la madre naturaleza”, dijo a la AP en el 2004.
Swayze se casó en 1975 con Lisa Niemi, una bailarina que tomó clases con su madre. Se conocieron cuando él tenía 19 años y ella 15. Niemi, una piloto con licencia, transportó a su esposo de Los Angeles al norte de California para su tratamiento en el Centro Médico de la Universidad de Stanford, reportó la revista “People”.